D. MEL HOR DE AVARRA Y ROCAFUL. 297
el estado actual de las rentas; era incapaz de
ponerlas al nivel de la necesidades del Virei–
na-to. A principios del siglo se habian calculado
en 2,200,000 ducados y ahora apenas alcanzaban
á
2,000,000 de pesos; entónces el presupuesto
de guerra se limitaba al ostenimiento de la
armada
y
al situado de Chile; desde la guerra
con los filibu tero se necesitaban cubrirse ade–
ma los situado de Santa Marta, Cartagena
y
Panama; el de V 1 ivia había principado con la
inva ion holandesa en Chile, el de Buenos Aires
podía s r
ingre o .
e ece tarse mucho
bajo el i tema establecido. Sus partidas eran
bastante numerosas, pero las mas de escasa im–
portancia para el tesoro. La capitacion pesaba
n rmemente sobre los míseros indios, siendo
juntamente el símbolo de su servidumbre y la
cau de perpétuas vejaciones; pero su producto
qued ba ca i todo con umido por los caciques
y
corregidore encargados de la cobranza, por los
agraciados con encomiendas
y
por el pago del
sínodo. Al
Rey
solo le toe ban lo poco repar–
timientos incorporados en 1 corona , el tercio