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CO DE DE CHI OHON.
resentir e de la
perse~ucion
dirigida entonces
contra _los principales inercaderes como portu–
gueses judío ó sospecho o de jud
i~mo,
sufria
grave contrastes; y
·1
envidiable crédito que
faci litaba su transacciones , e afectó profunda-
1nente con inevitables quiebras . De las mas seña- -
ladas fueron la del Depositario General,
y
la de
Juan de la Cueva, en cuyo banco tenían un1a
confianza tanto los part iculare , como el go–
bierno , y en cuya causa se envolvían tanto y tan
compl icados intere es, que aun hoy dia quedan
huellas, no obstante haberse encargado desde en–
tonce las n1as acti as gestiones al Con ulado
y
á
la udie
La p r ona t im·
d;a;
udie ·on 'recelar en
aquefüa
ép-_ae
inreparables catá7st ofe ; porque
P0tosi
y
Huancavelica, os dos grande
manan~
1
iale reconocido de r iqueza pública privada
corrieron rie ·go de cegarse . La decadencia de
Poto
·i
er ~
ya t an gr nde, como difícil de reparar.
En vano ' e conced'ian
á
us minero grande
privilegios , co1no el no ·er presos en Lüna por
deudas :fiscales, el ocupar cargos público , aun–
que no las hubiesen pagado,
y
el no estar
expuest os
á
embargos ni sus ingenios , ni sus
minas. Tales concesiones no podian dar
á
la
vetas una riqueza
q~e
permitiera explotarla