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siderar los secretos de aquellas yslas tan nombra–
das. En este comedio le vino al Marques mándad e>
de Su Magestad que enviasse nauio a las Malucas
a buscar la flota que auia lleuado al Comendador
Frey García Jofre de Loaysa, y este mandado le
vino muy acomodado para su proposito y preten–
sion.
Y-
assi al principio del mes de Hebrero de
mill y quinientos y treynta y ocho, estando ya el
galeon a punto y en aguas de la mar, lo embio–
con el capitan Alvaro de Saauedra Ceron, su pa–
riente, con mucha gente armada y artillería, con
muchos bastimer:tos
y
cosas necesarias para la
jornada, lo qual se hizo todo a su costa . Y tenien–
do entendido y aun creydo que por aquella parte
se hallarían muchas riquezas y
grandiosa~
cosas>
cantaua muchas bezes estos dos versitos:
Desde aqui, aqui me lo encordonedes;
desde aqui, aqui me lo encordonad.
Quería Su Magestad que embiando Hernan·
do Cortes nauio desde aqu ella costa de la Nue–
ua España, que bolueria presto con la respues·
ta, porque desde allí, como por mas curto ca–
mino, supiesse mas en · breue las cosas que en
las yslas de
las Malucas passauan. · Puesto el
capitan Aluaro de Saavedra Ceron en camino,
yendo por su mar adelante, llego
a
fa
ysla de
Gilolo, en donde supo todo lo arriba contenido,.
aunque en el camino lo quisieron engañar los por–
tugueses , mas no uvo effecto a sus malas ynten -