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esc riuie ron a España por justificar sus causas,
y .
como se reboluieron despues de otra manera, que
sucedieron muy ma l en la ti erra , nofu@ron creydos
de Su Magestad ni de .su R eal Consej o, antes se
y ndig naro n contra e llos . Y como es tauan tan en–
golfados en esto negocios tan yn tricados y tur–
bulent os y mas en lo qu e to caua a la guerra, no
sabían que se baz er , ni que e legir , sino que como
hombres ynanimados y turba dos a ndauan como
} boyas sobre a o:uas de la ma_s_ mt_!Y confusos y per–
i
p~~s,
porque lo que ago r a en este dia acordaua n
h aze r, a la mafía na estauan de otro acuerdo y pa–
r escer. Truxeron c ie rtas proui s iones de Su Ma–
ges ta d para qu e s in emba r go de ape lacion ni de
suplicacion hec ha sen fuera de toda la ti erra a to–
dos los xp ianos nueuos y a los confe os, porque
no hechassen a pe rd er la tierra , pues era nueua–
mente conqui stada. Y como luego se metieron y
e ngolfa ron en neg·ocios mu y arduos y en las cosas
de la g ueri;a, no lo hizi eron ni c umplieron , a causa
que algu nos de llos er an valerosos en la tierra; e l
vno·de los qual es era Xpoua l de Burgos, qu e era
r egidor perpetuo y vezino de la cibdad de Los R e–
ye , el qua l dizen que e ra morisco, como atras
queda refferído. De r ezelo des te hombre y de otros
tales como e l lo callaron y di s imula ron, porque
entendieron que no lo pudieran cumplir ni hazer
sin pelig r o de su pe r sona y v id as, por andar la
tierra, como andaua, muy peligrosa con muchos
alc;amientos y r ebel iones que en cada pueblo y lu–
gar haz ian
y
cometían los tumu ltuarios. Por no
se r prolixo en contar dos vezes vna
co.sa, lo dexo,