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hizieron quando firmaron el otro perdon que lleuo
el padre Balthasar de Loaysa, en donde ecepta–
uan al licenciado Carauaj a l, a Bachig-ao, a Gaspa1-
Rodrigu ez de Camporedondo, a Juan Velez de
Gueuara, con otros que con el es tauan.
Y
para esto·
dezian que aquellos tal es delitos tan a trozes no los.
podia el Virrey, ni ellos, perdonar, pues no teriian
c01:nission para lo ·hazer, sino Su Magestad, pues.
era crimen
lesse magestat is,
porque los tales es–
tauan r ebela dos contra la Real corona. Para mos–
trar clarament e lo qu e en sus animos tenian y sen–
t2_an loaua_n a Don Diego de Almagro, el
m~<;ot
porque se auia pues to en otro tanto contra Vaca
de Castro quando vino a l Peru por Gouernador
del R ey. Otras vezes alabauan al tirano por lo que
hazia, cuyo partido y mala yntencion justificauan
delante del Virrey, principalmente el Oydor Ali–
son de Texada, qu e sin ninguna v erguern;:a se
mostraua en gran manera de su vanda
y
parciali–
dad. A esta causa, segun dixeron muchos publica–
rnente, que se dexo soborna r y cohechar del padre
Di ego Martin, mayordomo mayor del tirano, y pi–
dieron los tres que a
~~no
dellos se les _9iesse
en cada vn año seys mill ducados de oro bertnejq_,
y que para el primer año se les diesse luego los
seys mill ducados,
y
que le nornbra rian por Gouer–
nador de todo el Peru. Y por ciertas causas
y
ra–
zones ecre tas no uvo effecto en este negocio, y
assi lo dexaron. por entonces; mas despues y al
cabo lo hizi eron por fuer<;a Gouernador,
y
contra
la voluntad dellos
Je
dieron prouis ion de nombra–
mi en to sin les dar cosa alguna , si no fue al Doctor