_
tle la
Compañia
de
J
efos.
~o
3
ínejor
con
{u obHgacion , avifandonos de la llegada'
del
Enemigo, huvieramos ocultado
los
mejores
efec–
tos. En
que
párage, me pregunto , los hu vierais ef–
condido? Los huvierais metido debaxo de tierra?
· No, le refpondi; los huvieramos llevado al bofque,
y
cubierto con hojas. Eíl:o ha fervido de funda..
mento
a
los aíl:utos Corfarios , que pefan ,
y
com–
_bJnan todas nueíl:ras palabras, imaginando , que no
havia
yo
tenido tiempo de lleyar
n1uy
lexos
16
que tenia de mas preciofo. Q¡Hieron , pues , por
ultimo esfuerzo de
{u
codicia ,
y
defconfianza,
re–
giíl:rar debaxo de
los
arboles de
n1i
jardin ,
pero
no era pofsible hallar lo
que
no havia;
y
afsi fe can–
so
el
Marinero
de
bn[car,
y
tornamos juntos
el
camino del
Fue rte, fi n mas
deípojos, que los pape·
les que yo havi a amonton ado. Conferenciaron en–
tre si por algun ti empo
'y a
las t.res de la tarde.
paffaron
á
pe g~ r
fue go
a
mi
ca
fa.
Los rogue,
que
perdonaífcn Gquiera a ta Jglefia,
y
me dieron -
pa~
labra de hacerlo:
fe quemó
no obíl:ante ,
y .
que~
xandoinc yo
a
ellos
,
t
e
dixeron, que el viento, que.
aquel
dia era grande
~
1
avía llevado al gun as
chif--~
pas,
y
la havia quen1ado.
Tuve
que cont entartne
~ con
fu refpueíta ,
y
dexar
a
Dios el
tiempo ,
el
cuidado,
y
el modo
de
ve11gar
el infulto hecho,
a
fu Cafa. Viendo las
llatnas
levantarfe
a
las nu...
-bes , con el corazon penetrado del miímo dolor,
re~
ze
el
Pfamo
78.
Deus, venerunt gentes, &c.
En
fin;
efiando todo en la Lancha nos embarcamos.
Eran
mas de las cinco de la tarde .,
y
los tvt arineros que.
nos havian de febuir en dos Canoas, a(,; abaron
de
R_uemar las cafas del Fuerte. Lu ego entrando en
n1edio
~el
Rio,
y
dexandofe ll evar fu avemente
f{e.
.
-
1~