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Cartds
de
las
l>1tfs1'onei
ñal
de luto,
y
triíl:eza.
Tuvo
cfie efpe&á¿uio
el
efeéto qu·e fe defeaba, porque
credo
el furor del
.Pueblo, y
en
un infl:ante fueron
muertos
cinquen~
ta,
o
fefenta
perfonas afeétas
al
Baxa.
Huviera íido
tnayor
la mortandad,
ft
no
huvie~
t·a corrido la voz , que el
Baxa havia
falido
del
Serrallo por una puerta fecreta :
fe calmaron
en~
- tonces los animas,
y
fe
pafso lo
reíl:ante
del
dia
con
quietud. Informado el Baxa ,
bol vio aquella no..
che
a
fu
Palacio,
y
embió
a
llarnar
al
Agi
de
lo~
. Genizaros,
y
al
Aga
de
los Qlapiguls.
No
quiGeron
efl:os
obedecer por entonces'
y
no fueron
a
verle
paíl:a
el
dia
figuiente. Luego
que
fe
pufieron en
f~
prefencia, les
dixo
el Baxa
con
tolera :
Por
que
no
conteneis vueO:ras Tropas
?
Yo ha
te
que lo
pagueis~
,que
fe cierren las puertas
de Palacio. Iban
a
exe.;
cutar
fus
ordenes, quando le dixo
al
oldo
un cría-(
do,
que la Artilleria de1
Cafrillo
efiaba affeíl:ada
.,.. contra el Palacio,
y
que iban
a
difpararla. A efl:e
avifo
baxo
la
voz,
y
hablo
de
ajufl:e. Le
hablaron
-entonces
los
dos A
gas en
voz alta,
y
le
dixerorii
·que no tenia que
ef
perar paz,
ft
no con las
condicio~
nes figuientes.
La primera:
QEe
reíl:iruyeífe las
nove~
cientas
bolfas,
que havia recibido defde
fu
entradá;
en
Damafco.
La fegunda:
Que
defpidieífe
de
fu
fer_,
Nido una parte de
fus
Tropas.
La tercera
:
Qué
fe obligaffe por
ef~dto
a
no molefl:ar
a
nadie'
du~
rante el
tiempo de
fu
govierno.
La quarta
:
Q!.te eo
aquel mifmo
dia
pufieífe en
libertad
a
los
priíio~
neros. Prometio quanto quiGeron, con tal
que
de·
xaífen las arn1as,
y
fe
bolvidfen
a
abrir las Tien-.
~as.
A~ngue ~Qgo pa~e~ia g,ue4.a~~
fgífegado!
de
una,;
J