'de la
?orlipa'1J~·a
'de Jefu!.
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pei·vértirle en
nueva confirruacion
de la Fe , y
aumento de fu fervor en los exercicios de devoc:on.
Haviendo
el
padre,
y
el hijo tentado en vano lo
,qtte les infpiraba fu zelo para conve ni rla , con
vi~
nieron entre
SI'
que
a
eíl:e fin ofrecerian
a
Dios
ora~
cienes particulares,ademas de las que folian,
comu~
niones,
¡1enitencias,
y
limofnas. Oyo
Dios
fus
ora~
cienes ,
y
ablando el corazon de la Princefa: la
bautize defpues de las pruebas ordinarias, la
llam~
tTerefa,
y
vive tnuy chrifiianamente.
El
Principe
J~an
es
fuman1ente piadofo,
y
me~
rete el primer lugar entre
los Mien1bros
de
la Con-;
gregacion,
de
que acabo de hablar;
y
en1plea, con
Ja bendidon del
Señor, el
grande conocimiento
que .
tiene de la Lengua China,
y
Tartara en ganar
a
Jefu..;
.Chrifio n1ucho numero de Infieles. Ade1nas de
la~
tres Iglefias, que tenemos en Pekin, cuidamos
tam~
bien de muchas Chrifiiandades efiablecidas én
efi~
Provincia. Son cultivadas con mucho zelo por cin..,
:co Sacerdores Chinos Jefuitas, porque en las
cir~
cunfiandas en que nos hallamos, no nos es
permi~
tido falir de la Capital. Sube el numero de nuefiros
Chdll:ianos
a
mas de cinquenta mil. Vienen con
frequencia
a
la Ciudad para recibir los Sacramen...;
tos,
ccnfult~Hnos,
darnos cuenta del efiado de los
otros Chrií1ianos de {us Lugares, pedirnos libros
que tratan de la Religion , Efiampas , Medallas,
Rofarios , &c. Bautizan cotnunmente eíl:os Jefui–
tas en cada año hafia mil
y
dofcientos
adultos. En
Pekin contamos de quinkntas a feifcienras conver·
fiones ,
y
Bautifmos en las tres Iglefias en cada
~n
año.
Segun las
efp~ranzas ~
que nos
dan
los Padres
Chi-: