1
8
o
Cartas 'de
las
MiJs;(}tit1
y a
una
madre
de una numerofa familia,
que
cütn~
tan treinta años de Bautifmo , fin tener
exercici~
alguno de Religton. Lo$ infiruye el Catequifla
en
fus obligaciones , los provee de Libros, que
tnt~
tan de ellas ;
y
vHitando
yo
algunos mefes
defpue~
ella fanlilia' bautize quince ¡)erfonas'
y
pufe
a
mu~
chos en
el
nu111ero
de los Catecumenos.
Con efia ocafion , unas mugeres abánzadas
en
edad,
que
eran vecinas ,
y
Chriíl:ianas,
fe
dan
a
conocer ,
y
vienen
i
pedir el Bautifmo. Una de
ellas, de edad d.e fetenta
y
cinco años , vino d.e
,quatro
leguas
a
pie ' para recibir la
miflna
gra~
cia. Lo admirable en las perfonas de efie fexo en · la
China
es,
que faben confervar
la pureza de la
~e,
-aun enmedio de una familia t'oda Idolatra. Sucede
muchas veces, que procuran la convcrGon de la
familia,
en
que toman
alianzJ.
He encontrado con
una de poca edad, que fiendo la unica Chrifiiana
.de fu Lugar, no fabiendo leer, ni quien la dixeífe
los di as de ayuno,
o
de abfiinencia, tnandados por
la Iglefia , fe impufo la obligacion de nunca
co~
mer
carne, por no faltár ·a la obfe rvanda de efie
precepto. Hizo mas : Siendo cofiumbre en la
Ch~~
na, que los hijos de muy corta edad contraygan
efponfales, logro el confentimienco de fu fue gro,
fuegra.,
y
marido, para que fus hijos no los con""'
traxeffen
ílno con Chriflianos ,
o
Chrifiianas;
y
tie~
ne cuidado de procurar el Bautifmo
a
fus hijos
lue~
go que
nacen.
Me hallaba en otro
Lugar
muy
ocupado,
y
n~e
dixeron, que
a
fiete leguas de allÍ h.:t
VÍa
una
fa mil ia
entera de Catecumenos : voy
alla ,
los
hal o bien infhuidos,
'l
bautizo fcis adultos. Llega.
a