)8
Cartas
de las
Mifsion~i
c11os. Le
refpondl'
que no havia venido
a
Véngar
a
los muertos '
fino
a
convertir
alas vivos,
y
darles
a
conocer al Criador ,
y
Dueño
Soberano
del Cielo,
y
de
la
tierra , que prohibe
fem~jantes
cruelda–
des.
Otro
rn e
re
fi
ri
o ,
que poeos dias a
nres
de
n cfira llegada ,
uno
de efios
Barbar
os,
viendo
que
fu n1uger era
n1uy
gorda,
y
que por no faber ha–
cer la
cotnida,
ni componer
la bebida ,
no
le
ha–
cia
los acoftumbrados
fervi
io~,
la n1ato ,
y
con
fu cadaver regalo
a
fus atnigos' diciendo}($' que
ya
que en
fu vida no
havia
fe1
vjdo 1lno de em..
batazo , y
enfado,
era
razon ,
que
mLlerta
1 s fir–
vieífe de
regalo.
Juzgue V. R.
por
efie cafo, hafl:a
donde
llega la
ciega inhumanidad
de
efios Pue–
blos.
Deben
no
obfl:ante
fus
almas
ferr:os
fuma–
lnente
amables ,
por
ha ver fido refcatadas
con
la
Sangre
de
Je!u~
Chrifio ;
y
no
podtrr1os ni hacer,
ni padecer
demafiado para convertirlos ,
y
fal–
:varlos.
Por la tardé , ficndo
el
Capitan informado,
que
una numerofa
tropa de
IquiAvates
fe havia
refugiado en los bofques
azia
otro
Rio
,
embio
qua–
tro
Defiacamentos Indios
a
cogerlos,
y
el dia
fi ..
guiente
bol vieron
con
noventa Barba
ros,
a
los qua–
les fe pufo en el
~arte!
de los prilloneros. En–
tre ellos
fiaban la rnuger,
y
los hijos del Ca–
cique
principal,
que
no fe havia podido coger•
.Como no
havia
tenido
parte en la muerte del
E fpañol , antes bien fe havia opuefio
a
ella, no fe
dudaba' que
vendría
en
perfona'
o
embiaria
a
pe–
dir fu muger,
y
fus hijos. Le efiuvimos efperan·
do dos
dias;
y
viendo que no parecia , dixe al
Ca
pitan~ qu~ lQ~ gQf~~n~gs prig~neros
que tenia·
m
os
-
'·