;o
Cartas
de
las
Mifsione.r
indignacion
fue
general,
y
todos
clamaron , que no
havia que
perder tiempo, que
querían embarcarfe
para
ir a
librar
al
Mifsion
ro,
y
vengar la tnuerte
del Efpañol. Viendo
a
los
Indios
muy
inclinados
a
]a venganza, llatne
a
parte al Ca
pitan,
y
le
ro–
gue,
que
no
ptrn'litieífe ,
que
fe
d rrarnaíie la fan–
gre de los
n1i{(
rables:
que
les
caufaífe terror,
para
reprimir
fu
ferocidad ; pero
que
ufaífe
de
bondad,
y
clen1encia ,
para
atnaníar
fu
natural,
y
ganarlos
a
]efu-Chrifl:o: que no por la via de las
arn1as,
fino
por
la virtud de la
Cr~1z
,
fe
havia
de
anunciar
la
Ley Chrií1iana . que por eifo la llevabamos
en
nuef–
tras correrias Apofl:olicas, o
pendiente
del cuello,
o
en la
n1an
,
pJra que conocieiTen
los Infieles, que
fon las unicas
arn1as
que
oponen1os
a fu
refi!tencia,
y con
las quales
procuramos
fu)etarlos al Evange-:
lio;
en fin, que no ignoraba, que fu
poder
era
li·
mitado: que
no
le
era
permitido hacer
un
aéto
de
jufl:icia,
y
aun menos Condenar
a
lTIUerte
los Culpa•
dos;
pero
que
fola1nente
podia
apoderarfe de fus
perfonas ,
y
hacerlos conducir a
Q_uito,
donde
fe
les haria fu proceffo ,
y
ferian
juzgados. El Capiran,–
Jleno
de
piedad,
y
zelo,
entro
fin dificu'tad
en
mis
dcllgnios,
y
me dio palabra de
conformarfe
con
ellos.
Nos
embarcamos al punto ,
y
tomatnos el.
rumbo
del Rio
Napo.
Pufo
el Capitan
fu
Flota en
orden de batalla , como
fi
tuvieramos
que pelear.
Mando ,
que diez Canoas,
en
las
qua
les
iban cin–
quenta Indios con fu
Cabo
Efpañol , fonnaífen la
;vanguardia: que igual numero firvieífe de Reta–
guardia:
que
las
treinta Canoas refiantes
formaífen
el cuerp.o
d~ Q~!all~;
y
que
!os
cazad~res
,
y
pedfca~
o-