2 1 2
Cartas
de las
Mifs;onet
· fe come con
exceífo,
enciende.
El
hueífo,
añade,
algo tofiado,
y
defmenuzable, reducido en polvo
tn u
y
fin
o ,
y
to1n
J
do
en
a
y
un
as
eon agua ea
1i
ente,
~s
un remedio
cierro contra los dolores
infufriblcs
de la piedra,
y
de los colicos Nephreticos.
Hace el Autor una obfervacion, que no
tne
parece
rnuy
feria. Afirn1a,
que
antes que
el hom–
bre
coja
con la mano
la
fruta,
ningun pajar o ,
1i
infeéto
fe
atreve
a
arrimarfc al
Arbol; pero que
luego
que ha
tocado
a
las
rarnas'
ya
la
fruta) toda.
efpecie
de paja
ros voraces , grandes,
y
peque–
ños, van
a morderla ,
y
caufan tnucho
daño.
Si
hay
alguna verd1d
en lo que dice el Chino,
efioy
pcrfuJdido ,
que finge n1yfl:erios en un efeéto
n1uy
natural. Se
coge la fruta quando
eíl:a
madu ra ,
y
los
paja
ros conocep quando
lo
efta ,
ran bien
con1o
los hombres. Lo que fe ligue debe fer notado de
los que quieren tener la fruta en toda fu perfeccion.
Si
eíl:a
bien
n1adura ,
dice el i\utor ,
y
no fe coge –
en
el
dia ,
1nuda
de
color:
fi
fe dexa
paífar
otro
día,
[e
conoce en el
paladar
fu alteracion;
y
!i
fe
efpera al tercer dia , es notable la mudanza :
fuce~
de fin duda
a
eíl:a fruta lo que experimentamos
en
los buenos tnelones de Europa. Aüade, que para
tenerla
excelente,
fe ha de co1ner en el Pais mif–
mo donde eftan fus arboles;
y
afsi, aunque fe ten...
ga el fecreto de confervarla,
y
llevarla
a
Europa,
como es precifo llevarla feca , mal fe
puede juzgar
de
fu bondad.
La
Corte de Pekin es, fin cornpara–
cion,
menos
diftan
e
de las Provincias de
Q¿tangtong,
y
Fokien
,
qne
Europ::t;
y
la
fruta
que fe trae a
Pekin
ara el Emperador ,
aunque
traida en vafes de
efiaño llenos de
aguardien~e,
en que fe
n1ezclan
-
n1iei,