GtN~RAL.
~9
5
eon particular estimacion. Tenemos de Siglo
;te
sabio Teólogo una obra muy estima-
XVI.
a , tanto por las cosas que contiene, co-
. to
por el método con que se halla ·
es–
~ita
; cuyo título es,
de los Jugares teo–
igicos.
Tomando Cano esta palabra ,
/u–
ares
,
en el sentido de Aristóteles
y
de
iceron, llan1a lugares Teológicos
á
las fuen–
s ·de donde deben sacar los Te6logos
'tUS
~gumentos
y
sus pruebas , sea para esta–
lecer lo que proponen, sea para refutar las
piniones que combaten. Pone Cano hasta
oce '
los que examina cada uno separa–
tmen'te en otros tantos
libros , que son:
• 0
la ·autoridad de la Santa Escritura; -·
0
las
~diciones
Apost61icas ; 3.
0
1~
fe
y
la en–
~ñanza
de la Iglesia ; 4.
0
los Concilios ge–
~rales
, cuyas decisiones son dirigidas por
Espíritu Santo ;
5.
0
la autoridad de la
;lesia
Rom~na,
y
los decretos de los So–
era-nos Pontífices ;
6.
0
el - teitimonio de los
tntos Padres; 7.
0
la autoridad de los Teó–
gos
y
de los Doctores ; 8.
0
la razon na...
Lral ;
9.
0
la autoridad de los Fil6sofos ,
y
~
los Jurisconsultos en la.s cosas de su com–
~tencia
;
1
o.
0
la autoridad de la historia e$•
·ita por hombres de una irreprehensible sin–
!ridad, &c. Cuya obra escrita con toda la
ele·
tncia que
ex~ge
el
asunto , pasa con razon
lr una obra Maestra ,
y
es el
primer
li-
bro