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santtOü. u
'"!u e
na
bia
echado
en
ella ,
no
XVI. cesaria jamas
de
fructificar hasta el fin
de
los siglos. Nos lin1itarémos, como tenen1os
ya
dicho,
á
no
hablar
sino
de
aquellos
cu–
yo zelo
y
demas
virtudes
tuviéron la mas
grande
influencia
sobre
las costumbres
de
sus
tiempos ;
influencia.
cuyos efectos
ad...
rnirables se
han
extendido hasta
nuestros
di
as.
El
Cardenal
Ximenez, este hombre gran–
de
que pertenece
á
los
siglos XV
y
XV1
merece colocarse aquí; no porque
haya sidc
uno
de
los
mas
célebres Ministros
y
de
los
mas
hábiles Políticos que
· ha
tenido el
tpnndo , sino porque su zelo por la con–
version
de
los Infieles
y
el mantenimiento
de la disciplina, su amor
á
las ciencias, la
magnificencia
y
la
utilidad de sus estable–
cimientos ,
el
uso
noble que
hizo
de
sus
rentas
inmensas para gloria
de
la
Religion,
y
p~ra
el alivio de toda clase de desgracia–
dos ,
y
la austeridad de
su
vida
en
medio
de
las grandezas
y
de las riquezas , han
he–
cho
su
memoria
inmortll , así
en
la
historia
de la. Iglesia como en los anl1es d e
Esp ~d1a.
N.:t ció
el año de
143
7 en Torrelaguna,
er.
Ca stilla
la N
ueva.
Su padre , que se
lla-
_roaba
Alonso
Ximenez
de Ci sneros,
era
Pro–
curador en Ja
jurisdiccion de este
lugar;
y
en
lo
sucesi vo ,
los
Grandes
del
Rey
no.
e -