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HISTORIA ECLESIASTICA
Si~lq
tapha, fué ·mas extravagante,
,mas
capr-icho•
~VII.
so
y
n1as cruel
que ántes de su caida ,
y
se hizo digno
de perder segunda vez la
au–
toridad, de que
no
usaba mas que para
ha~
cer mal. Sacado del Pal acio In1perial
como
un monstruo odioso
y
detestable ,
y
pasea,..
--do
sobre un
borrico por
las calles de
Cons~
tantinopla,
espiró en
los
lazos del cordon
fatal
á
tantos
Príncipes
de su
casa ,
despues ·
de
haber
ser vido de juguete al mas vil po–
.pulacho. Este
exemplo,
y
otros
muchos que
se
pudieran
citar ,
da
bastante
á
conocer la.
diferencia que
hay
entre los Soberanos cu;..
ya
aurorid.tdes
diri~ida
por leyes sabias
y
constantes ,
y
los
Despóticos , que se tienen
por
tan
temib les
y
absolutos ,
porque
es–
tan
annados
de un poder sin
1Ín1ite~.
El
Mo–
-narca sujeto
á
las leyes del Estado de
q~e
es
cabeza ,
encu.entra su dicha
y
su segu–
ridad en las reglas que le n1uestran el uso
y
el térrnino de
su
poder. El Despótico , que
lo
puede
todo ,
y
que catnina sin
otro norte
que
sus .
cJprichos ,
está continuamente en
vísperas de perderlo
todo ,
y
con
n1énos
se.:...
gu ridad de vivir
que el n1as
infeliz de sus
vasallo<;.
Ninguna cosa de importancia emprendié·
ron
lo'i Turcos
en,
Europa en el reyn:1do de
Amura rhes
IV, hern1ano de
. O)m~H1,
á
quien
pusiéron
en el
T.rono
los
Otomanos,
des-
pues