A
SSUNTO
XXV.
<z_U E E L P A R R OC H O D
E
BE
qnnplir
por
si
mifmo con la obligaciou
de afsiíbr a
los Moribundos
y
'
<
ayudarles
á
bien
morir.
S U M A R 1 O.
1.
p
JR
sz
mifmo debe cumplir el
'Parn~,h8
efia oblig'4•
cion de afsifiir
a
los Moribundos.
2
Como a[si lo zela-n con efpeciat cuidado los Sefiore.s
Obifpos.
3 Dando
a
efte fin varia s providencias en fus Confiitu•
cione s Synodales.
4
Fundafe efta obligacion per[on.1.l en
~ftas
q1tatro
raz~
nes. La primera, {t en eL difcurfo de la vida debe
a{si/li r
a
los Feligrefes por
St
mifmo, quanto mM
en la hor.t de
1
a
muer te
?
5
La
fegunda
,
porque nadie
,
por lo comull , puede af–
{tftirle s mejo r que
el
'Parrocha, que cor10ce muy
bien el interior de Jus conciencias.
6
La tercera, pÓrque m.H teme,
y
cede. el mal E[piritu
a
las 11oces deL proprio 'Pa/lor , que
a
las de qua.l·
quier otro.
·
1
La
quarta, cwn
el
e_xemplo de lo que praélican el
C4-
pitan , 'Piloto,
y
Guia en la oca{ton del mayor rief–
go.
~
.:Aiiadenfe otrtZS dos razones de gran cong ruencia .
La
U/Ja
1
porqHe efmerandofe el
'ParrochÓ en a{sifiir
a
los Moribundos ,
eftara muy
bien vifto en fu 'ParrQ•
cbi,1. .
.
·9
Y la
otra , porque las .Almas,
que
por fu afsifteacia
fe
habrdn fal-vado, feran
Ji~•
lntercefores con Dioi
NHef-