5
ra.
universai de todas las criaturas , cuyo po–
deroso cetro egercitas en cielo
y
tierra, infier–
no y purgatorio: como lo tienes probado con
la célebre Bula Sabatina, y comprobado con
admirables portentos. Abogada especial de
las almas que tratan de oracion, cuyo cgerci–
cio celeste es el ·carácter de su profética reli–
gion Carmelitana. Postrado humildemente
ante el sublime trono de tu grandeza te ado–
ro como á verdadera madre de mi Dios. Te
amo, quiero y estimo como á madre, amparo
y
refugio total de pecadores:
y
con todas las
vt>ras de mi corazon te suplico me admitas en
eluúmero dichoso de tus siervos, hijos
y
a–
martelados devotos; para que amparado de tu
proteccion amorosa, .merezca yo los especia–
les favores de tu misetic
·dia, para salir de mí
y
vivir en solo Dios, para agradar con toda.R
mis acciones , palabras y pensamientos á Je–
sus mi
Pad~e
y
dueño único de mi amor,
y
para pcrsevera.T en su santa gracia hasta la úl–
tima hora de mi vida. Amen.
Alwra se 1·ezarán
ó
cantarán, siete Ave J11a–
rías, e711·evereNCÍa de
las
siete. mayores
e:celen–
cias
de
Nttestm
Seiiora, en
esto órden.
La primera exelencia de María Santísima
es, tener el sagrado Cuerpo mas hermoso
r
perfecto de todas las criaturas.
Are
1)/
' aría.