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.".iado de Diús, que se
llamab~
Juan. Este vino
a
ser
testigo
pa–
·ra .
dar testimonio de la luz'
a
fin de que
todos creyesen
por
él.
No era el la luz ; pero
vi–
no para dar testimonio de
la
h1z.
El
Verbo
era la luz
verdadera,
q,ue ilumina
á
todo hombre que
viene
á
este mundo.
El
estaba
en el mundo ,
y
el mundo fué
hecho poe
él ,
mas
el mundo
110
lo conoció. Vino
á
lo que era
'iuyo ,
y
los suyos no lo recibie–
ron. Mas á todos los que le re–
cibieron ,
<lió
el poder de ha–
cerse hijos de Dios,
á
estos que
creen en su nombre ; que no na–
cieron en la .sangre , ni de la
,·oluntad de la carne, ni de la
voluntad del hombre , sino de
Dios. Y el Verbo se hizo car–
ne ;
y
habitó entre nosotros ;
y
vimos su gloria , como la gloria
del Unigénito del Padre , lleno
de gracia
y
4e
verdad.