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I.
IDEA GENERAL
D~
·ROMA Y DEL VATICANO.
Roma, llamada
la
Ciu.dad
·eterna,
la señora
y
legi_sfo.~
dora del mundo. en :otro
tiémpq, hoy
es la
capit~l
del
órbo católico,
y
en verdad que no ·es poco. Pose,e mo–
numentos
antiguos
y
modernos
tan
g_ratidiosos, que sor·
prenden
al viajero
y
embelesan al
conoc~do.r
de las .be·
llas artes.
P~rece
fabuloso
cuanto se ha
escrito
de
las
precio
sidades que de todo género encierra; pero el que
las
ha
vis.to,reconoce por
sí
mismo que no hay exagera·
cion,
y
queJas cosas son en ·alto
grado
superiores.
á
lo
qne se escribo. No obstf:tnte de
haber
sufrido
ÍJ:1.vasione~
de los bárbaros,
iric.endio;3,
saqueos
y
toda
clase de
con–
tratie!npos~
en
que ha
perdido
mucho,
su gra_ndeza
es so- ·
bresaliente
y
no ha llegado
á
perder su mérito, ni
á
ser
abatida al estremo.que lo
fueron
otras ciudades de
la
antigüedad.
Contiene edificios adrnfrables por
su arquitectura
1
m~frmoles,
estátuas, mosáicos
y
otros adornos.
Fuentes
y
paseos públicos de mucho
gusto,
teatros, obeliscos:
puentes, palacios suntuosos, ricos ·en esculturas, estátuas,
y
pinturas
de los maestros afamados, bibliotecas, museos
y
academias de varias clases, establecimientos literarios
y
muchas instituciones útiles á la educacion literaria
y
al progreso de las artes: de suerte que nada hay que
echar de ménos de
cuanto la
civilizaciOn
moderna
ha.
adelantado en. favor de las sociedades. Pasan de doce