BTS'NRIA DE LA CATEDRAL DE LUlA.
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cia y
Re~imiento
de la ciudad
~ue
St'
juntasen en Ca–
bildo é btciesen
una
contribucion ó derrame entre los
encomenderos (
1)
en· justa igualdad
y
según la renta de
cada uno,
á
fin de que tales deseos Íllf'!ran cumplidos,
so pena, caso de no obedecerle, de
mil
pesos de oro para
la
cámara de
S. M.
.
Tan piadoso como necesario
y
convenientJ man–
dato, quedó por entónces sin ejecución
á
consecuencia
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5
R\~~l~: (~}s~e
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tE~c~o~~~~~-
mente han contribuido, al menos en cuanto al Perú
concierne,
á
dilatar su progreso
y
desenvolvimiento.
tus,
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el ~e¡idi~
Julio de
1541$
empuñaba en sus venerables manos el
cayado pastoral de esta naciente Iglesia, fué el qutl,
á
despecho de innumerables dificq)tades, pensó en una
reedificación séria, fabricando un templo con una na–
ve de cincuenta
y
cinco pies
de
ancho
y
doscientos se–
senta de largo.
En esa obra,
á
la que se consagró su Ilustrísima con
empeñoso afán, se invirtieron quince mí1 pesos de oro,
tres mil de estos donados por el R
ey, yel producto de
los dos noVenos reales de diezmos CJ.Ue el mismo mo–
narca cedió para tan importante obJeto. Y como tales