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mil ochocientos cincuenta
y
ocho, pero no mas alla, de
]a misma manera, con las mismas facultades que acor-
. damos · en el jubileo que concedimos a todo el univer–
so católico por Nuestras letras ench:licas de dos de
Noviembre de mil · ochocientos cincuenta
y
uno, que
prmc1p1an por estas palabras: .
Ett'
_ahis Nost1·is /itten·s.
Estas letras encíclicas a que se refiere el Santo
Padre
y
en que se halla la forma en que esta conctdido
este Jubileo
y
las facultades que por
el
se concr-den,
son las que s1guen :
""\'
m11.ea·abh~s
:hc:¡¡•f.!nano§,
sall.ud:r
bei11l~~cii3>n.
Al–
posto!:iiea.•
Por Nuestra Carta Encícl ica que con esta mi sma fecha
os dirigimos, Venerables Hermanos, habeis vi 6to el ce–
lo con que hemos excitad o vuestra ilustre piedad, para
que, al t ravés de las
innu~erables
desgracias que pe."
san sobre las sociedades cristiana
y
civil, cuideis de or–
denar que . se hagan públicas rogativas en vuestra dió–
cesis, con el objeto de implorar la misericordia divina.
Y como al mismo tiempo os indicamos que ibamos a
abrir de nuevo · los celestes tesoros de la Iglesia, por
tanto os enviamos estas Letras, para haceros saber que
~n
efecto dispensamos tan preciosos tesoros.
Confiados, pues, en la misericordia de Dios Todo–
poueroso
y
en la autoridad de sus Bienaventurados
Apó stoles San Pedro
y
San Pablo, en virtud del poder
de atar
y
desatar que el Señor nos ha conferido, a
pesar de nuestra indignidad, N os damos
y
concedemos
por el tenor de las presentes, a todos.
y
a cada
uno
de