P.
2..
c.
f.
27.
R espuesta del R.
Obispo de
27
de Oc–
tubre de 67 á D.
Ignacio Higareda.
P.
c.
2.
fol.
30.
Otra Carta del R.
Obispo de
29
del
mismo mes
á
D.
Ji–
nacio Higareda.
presas
á
los Prelados Eclesiásticos de estos Reynos desde luego;
y
que sin retardacion de uno ni otro se formase por
mí
el extrac–
to
del proceso, que pedían los Srs. Fiscales con su asistencia y de
los Srs. Marques de Monte-Real y
D.
Manuel Ventura de Figue–
roa ;
y
que se imprimiese y entregase á cada uno de los Srs.
Mi–
nistros del Consejo un número competente de exemplares para.
su distribucion; permitiéndose la venta privativa al Impresor
del Consejo.
1
:z.
44
Con efecto
en
cumplimiento de este Auto, se co–
munic6 la Acordada impresa, que déxo sentada desde
el
núm.
1 20
9
á
1 2
:z.
5 ,
á
todos los Prelados Eclesiásticos del Reyno ;
y
al de Cuenca se le respondi6 por
f?.
Ignacio Higareda lo mis-
mo, que se mand6 en este Auto.
1245
El R. Obispo avis6
á
D.
Ignacio Higareda con fecha
de
2
7
del mismo mes de Octubre
el
recibo de la anterior 6rden,
diciendo que siendo su deseo la mas puntual obediencia, resol–
vía suspender los preparativos acostumbrados, para contener
la
fuerza de sus accidentes, que no querían aquietarse , y ponerse
en camino, arriesgando su vida ámes que faltar á su obligacion
de obedecer, lo que hiciese presente al Consejo,
á
quien se pre–
sentada con
el
favor de Dios lo mas presto que pudiese.
1 2
4
6
En
2
9
del mismo mes escribi6 el R. Obispo otra
Carta á
D.
Ignacio Higareda, diciéndole que su antecedente del
27 la escribi6 desde la cama, avisándole la resolucion en que
se
hallaba de arriesgar su vida por no faltar
á
la obediencia debida
al Consejo: que con este pensamiento se visti6 despues de comer,
y
se hal16 tan falto de fuerzas, que se volvi6
á
la cama ánres de
anochecer : que su Médico , conociendo mejor que el R. Obis-
po
el
riesgo que le amenazaba, reprob6 su resolucion; en cuyos
términos se hallaba con el desconsuelo de no saber el camino del
acierto,
y
no hallaba medio mas seguro , que suplicarle hiciese
presentes al Consejo sus deseos de obedecer,
y
la repugnancia
del Médico, que decia su sentir en la certificacion que le incluia,
para que en su vista se dignase resolver lo que fue¡e de su agra–
do, con la seguridad de que obedeceria, aunque se quedase en
el
camino.
1 2
47
Lo mismo sustancialmente
y
con la propia fecha del '
J-
9
de Octubre represenr6 al Consejo en derechura
el
R.
Obispo,
, , citando la certificacion del Médico , que remiti6.
P.
2.
c.
f.
2
9.
1 2
4 8
Este certifica con juramento en
el
dia
3
o del propio
P.
2..
c.
fol. 3
2..
Certificacion del
mes de Octubre, que babia cerca de quarenra años, gue asis::ia.
'M Jdico del R. Obis-
h b
po
dt
Cuenca.
~1
R.
Obispo en los muchos
y
graves accidentes _que a ia pa-
de-