por posdata de su puño propio, que si no se hallase en cama, '
conteniendo con medicinas
el
insulto , que babia sentido de sus
accidentes con la novedad del tiempo , ya escaria en camino , sin
detenerle
el
carruage poco acomodado de su mula.
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~e
en la Representacion al Consejo repetia
el
R'.
Obispo, que se hubiera puesto en camino luego que recibió la
6rden , acreditando su puntual obediencia ; pero que la recibió
hallándose postrado de sus accidentes y enfermedades, que se
aumentaban excesivamente en la estacion del Oroño; y añadien–
do que estaba tomando las correspondienres medicinas ,
y
en–
teramente imposibilitado de ponerse en camino hasta adquirir
algunas fuerzas, exponía que verificado, pasaria
á
cumplir su
obligacion , executando
el
Real órden : y concluía suplicando
al Consejo lo tubiese
á
bien , y que le mandase lo que fuese
de su agrado.
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~e
del contexto de esta Representacion, y de laCar–
ta
que le precedió, resultaba que el R. Obispo estaba pronto
á
cumplir lo mandado , y solo pedia que se le escusase
Ó
dispensa..,
se la dilacion por la falta d! su salud.
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~e
aunque se pudiera entrar en alguna averigua..:
don , acerca de si era cierra la enfermedad del R. Obispo, para
impedirle ponerse en viage , estando el tiempo bastante senta–
do ;
p~uecia
que por una parre la notoriedad de los achaques ha–
bitual s de este Prelado , de que tenia noticia de propio cono–
cimiento uno de los Srs. Fiscales;
y
por otra
el
decoro y dignidad,
con que se dcbia tratar un asunto tan sério , podían escusarse:
por cntónces diligencias.
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Pero que aunque así fuese, no se podia ni debia de...
xar
á
la incertidumbre ni
á
la casualidad el cumplimiento de una
resolucion tomada con tanto conocimiento
y
rdlex1on; y que se
habia creido necesaria y absolurameme indispensable, para des–
agravio de la autoridad Real y del Gobierno,
y
para exemplo
á
otros Prelados , que intentasen insultarla.
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6
~e
el
Consejo , que es
el
centro de la justicia
y
de
la equidad , lo debia ser cambien de la fortaleza
y
del vigor, pa–
ra llebar
á
efecto sus determinaciones,
y
mucho mas aquellas, en
que se trata de sostener los respetos del Trono y enseñar
á
la pos–
reridad la veneracion, que se debe
á
la sagrada persona del Sobe–
rano ,
á
su augusto nombre,
y
á
los que baxo de él entienden
en la gobernacion de los pueblos.
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por lo mismo emendian los Srs. Fiscales
<]Ue
aunque entónces se rezelase
y
creyese, que las enfermedades del
R.