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la Iglesia
y
el establecimiento de la reforma
babian modificado las relaciones entre el Pon–
tífice y los Soberanos de las Naciones cristianas.
Aceptado y generalmente proclamado el prin–
cipio de Ja independancia de los dos poderes
y
de las dos sociedades, espiritual
y
temporal, el
Papa dejó de ser considerado como el Soberano
de los reyes, no tuvo ingerencia en los nego–
cios de los pueblos, y si aun conservó alguna
influencia temporal en las Naciones católicas,
fué solo por consideracion ·á su alta dignidad
de gefe
y
cabeza de la Iglesia. Pero bajo este ca–
rácter los Pontífices obtuvieron un completo
triunfo;
y
á-pesar de las declaraciones de ·Cons–
tanza y Basilea la omnipotencia papal
fué
reco–
nocida en Trento. Los Pontífices en los últimos
siglos han tl'atado de sostener esta supl'emacía,
y
lo han conseguido merced á su hábil política
y
á
los
trabajos de eminentes escritores como
De Maistres, Perronne, Balmes, La Cordaire,
el padre Ventura
y
otros que han sido los de–
fensores del poder papal.
Papas notables del siglo XVI.
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No pudiendo hacer la historia de todos los Pon–
tífices que han gobernado la Iglesia durante los
tres últimos siglos, indicaremos Jos mas no–
tables; tales son : en el siglo
~VI
San Pio V
(1565-) que reformó el Breviario Romano ; Gre–
gorio XIII reformador del Calendario
y
protec–
tor de la Instruccion ; pero que empañó su
gloria haciendo celebrar con un
Te Deum
el
asesinato de Ja
S. Bartelerni,
v
Sixto V (1585),
el Papa mas eminente de su siglo, que trabajó