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DOMINGO
to en
su
pasion, como de las desdichas causadas por Jos
pecados de aquellos á quienes este divino Salvador
h <1 bi~
venido
á
redimir con su muerte. En algunos pasages usa
la Iglesia de ornamentos negros para hacer todavía mas
sensible su duelo
á
los ojos de los pueblos, é in.spirarles por
medio de este lúgubre aparato los sentimientos de compun–
cion
y
de tristeza, que convienen
á
los misterios que ce-·
lebra en este santo tiempo. Pero si la Iglesia·, dicen los pa–
dres , está poseida de tristeza
y
de llah to en estos
dias~
i
deberán sus hijos correr tras las alegrías y gozos del -
siglo
~
¡
Que extravagancia mas escandalosa, gué impie–
dad
no sería presentarse en público los hijos con un equi–
page brillante
y
magnífico, divertirse y holgarse sin
mi–
ramiento alguno, miéntras que su madre gime en la aflic–
cion,
y
tiene el corazon anegado en la amargura! Antigua–
mente se hubiera mirado como
á
un apóstata
á
un ·cris–
tiano en que en el tiempo de pasion se hubiera dexado ver en
público en hábitos ricos
y
ostentosos,
ó
que hubiera osa-
do
asistir
á
las di versiones
y
fiestas mundanas.
'
Se llamaban estas dos últimas semanas de quaresma,
las dos semanas de las
~Yerophagias
;
es deeir, las semanas
en que estaba prohibido todo uso, no solo de lacticinios,
sino tambien
de
pescado ,
y
en que el alimento se reducia
todo
á
viandas secas. El ayuno era en estas dos semanas
mas riguroso que en lo demas de la
quar~sma;
y
todo res–
piraba mortificacion
y
penitencia. Se hallan autores, que
lla–
man á este dia el domingo de la
Neomenia;
que quiere de–
cir de la
nueva luna pascual:
porque en efecto, nunca de·
xa de caer
,·,~spues
de la nueva luna de marzo ., así como
el
domiqgo de pascua cae siempre despues de la luna lle–
na
del mismo
mes.
Siempre se han distinguido los dos
úl–
timos domingos de quaresma de los quatro primeros :
á
aquellos se les ha dado siempre el nombre de domingo
de pasion
y
de ramos ;
y
á
éstos el de domingo de qua-
resma.
.
Asímismo las dos ultimas semanas de quaresma se
han
distinguido siempre por los santos padres de las quatro pre–
cedentes : aquellas las llamaban las semanas
de
pasion , por
estar la Iglesia todo el tiempo que duraban en un duelo ma–
yor de lo regular,
y
los fieles en los exercicios de una devo–
cion
mas
tierna,
y
de
una
mas austera penitencia.
Las qua
tro
e·
.,.,