NOV1Ef"1BRE. DIA XXX.
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ne el Señor en todos estos
destinos ,
de que
nosotros somos
los
únicos
autores, sin oir
otro
parecer-que
el
de
la carne
y
sangre,
el
del interes,
el del
mundo
y
el
de
la
pasion?
Y
despues nos
admirarémos
de tjue el mundo esté ·lleno de
hombres desgraciados!
de
que
en
todos los estados haya
tantos descontentos; de que cada dia veamos
desvanecerse
todos aquellos magníficos proyectos
de grandeza, dar
en
tierra
tantos soberbios edificios fabricados en
el ayre
!
se–
pultarse pata
siempre
la memoria de tantas ilustres
y
muy
antiguas familias!
PU N T O S E G
UN
D O.
C
onsidera
qual es
el
orígen
de que
se vean el
dia
de hoy
tan pocos christianos en
el
verdadero
camino
de
la
salvacion,
u
de
los
que
están
en él adelanten tan
poco,
y
no
hagan
progresos
considerable ~
en
este camino. La causa
es,
f>l>rque
muchos no
e, tán en el
estado adonde los
llama–
ba
Dios ,
ó
porque son pocos los que se
dedican
<l
cumplir,
como debieran, con las obligaciones de aquel
a
que
Dio.s
los llamó. Cada
q1
1
al quiere vivfr
a
su
modo,
y
segun su
natural inclinacion. Los que profesan vida retirada,
ó
ha–
cen que
el mundo los ·busque,
ó
ellos
van
a
bus.car al
mun·
do;
pero
siern pre
con
especiosos pretextos. Los que la
pro–
{e,5an
activa , presumen de contemplativos,
y
pretenden
ll
'<141e
la pereza y la hantganería parezca devocion.
Cada
une
.. qtAsiera ser lo que no es,
y
pocos se dedican
a
ser, como
debieran,
lo
que son.
Y
como
no se hacen
aquellas
obras
que
~os
pedía
Dios,
y
para
las qua
les
nos puso
en tal esta–
do, de aquí
nace
el que
no se llegue
a
aquel
grado
de
per–
fecdon
a
que nos
llama
Dios.
Const'1mese
el
alma en
de-
seos
vanos:
piérdese la
perfeccion
del
estado propio
por as-
~
pirar ilusoriamente
el
otra perfeccion
imaginaria.
Tengamos
1 •
presen tes las
diversas condiciones
de
esta
vida:
hablando
en
rigor
no son estados; esto es, e tablecimientos fixos
y
permanentes:
~o n
no mas
que
caminos que pueden
condu-
cir todos
los
ho nbres
al cielo: son,
digámoslo así,
como
unas
calles'
q_,ue
a
todos
Jos pueden
g.,ui ar
seguramente
a
la
eterna
mansion que e1
eñor tiene prevenida para sus hijos;
pero no todas llevan
a
todos los hombres a aquel dichoso
término.
A
todos nos quiere salvar Dios porque
es
Dios
de
todos ;
mas no
a
todos por un mismo camino. A cada uno
:
,.
de-