.ENERO. DIA
XXI.
26.5
tanto' al Puebló. contra la Santa·virgen, tratáni.iola de he-:
chicera
i;
de maga ,
y
de sacrílega, qué
el
Gobernador, te–
miendo una sedidon' si la libraba,
y
no atreviendose
a
condenar
a
muerte
a
la que había dado
a
su hijo la vida, \
tomó el paFtido de retirarse, y cometer la causa a Aspasio
su
Teniem~. ~ntimidado
éste eón los gritos del Pueblo,
que1
clamaba contra Inés, como contra una maga ,
y
hechicera,
dió sentencia de.que fuese quemada
viva. ·
'
'. Previenese la hoguera, llenase el Pueblo de expeéla–
dion.,
y
·arde en una furiosa impaciencia de ver reducida
él·
eenizas aquella ..dichosa víctima, pero el fuego la respetó.
reverente. :Divididas.las llamas en dos partes, la dexaron•
intacta en medio del brasero, como se conservaron ilésos
los·'tres mancebos Hebréos en el horno de Babilonia;' p>ero
arremolinadas despues las mismas llamas por uno ,
y
por
otro lado' ·abrasaron
a
muchos de los circunstantes, que
hacían e:l:oficio de verdugos.
'·
<
·
• Erl
.fin,
~ostinandose
siempre los Sacerdotes;
y
el
Pueblo .en; ,afribuir aquellas maravillas a
industria~
··y .
artificio del demonio,
y
temiendo el Teniente algun al–
boroto , mar:idó-, que un verdugo la
degollas~
en el mis–
mo lugar donde babia de ser quemada. Impaciente en–
tonce
·la
Santa con el ansia de unirse siem.pre .
en
el
Cielo. con sü Divino Esposo; le suplicó que se d·gnase
en
fin
Ü~
COlilSUmar SU& sacrificio.
Y
volviendose al Verdugo
que~
se iba ace:rcan o
a
ella cori una especie de temblor
y
miedo reverencial, le álentó
a
que cumpliese con su
o5cio·, diciendole con valor: ,, Date •priesa
a
destmir este
"cuerpq, que
J?.O
ha
tenidq la desgracia de agradar
i
otro$
"ojos' que
a
lOS
de mi
J;>i~íno
Esposo Jesu-Christo' el
,; qual 'fue siempre el único dúeño de mi corazon. No temas
--;, darme una niuerte;
qu~' ~omienza
a
ser
para
mí
el prin–
" cipio de una vida eterna.
Y
levantando amorosamen–
" te los ojos ácia el Cielo: Recibid, Señor , exclamó ,
a
esta
,, alma
~ué
tanto os costó,
y a
1a.qual amais Vos tanto.''
i\l
acab~r
_de.
dec;:fr.
estas palabras., el. verdugo con maq9
trémula la pasó la. espada por el 'pechó ,
y
a!
instante es–
piró. De esta manera , d_ke San Gerónimo , Inés ,
ha~
dendose superior
a
la natural flaqueza
d.~
su edad '
y
d~ '
su
sex:o,
consiguió dos . victorias del
en~migo
de jesu–
Chdsto ;
y .
consagrando por el martyrio el honor
de
~
la
\