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EXER·CICIOS
Septiembre. prende hacer creer los incomprehensibles miste–
rios de la Trinidad , de la Encarnacion , de la Re–
sureccion, de la Eucaristía ;
y
todo esto lo em–
prenden sin armas , sin riquezas, sin artificios, sia.
eloqüencia '
y
sin alguna proteccion ni auxílio
hu–
mano ; antes bien quando todo el mundo se les
opone , todos los contradicen , todos levantan el
grito contra ellos·, tratandolos de impostores , de
locos
y
de hechiceros. Pero lo mejor es , que lo
emprenden
y
lo consiguen. El Griego sujeta ·to–
do su ingenio
y
toda su sabiduría ; el Romano rin–
de su orgullo con toda su supersticion ; el Judío–
depone sus. preocupaciones ; abfitense á tierra los
ídolos , trast6rnanse los altares de .los mentidos
Dioses ,
y
comienza el madero de la Cruz
á
ser
el obje to de su culto. Conspiran en vano todas _
la's postestades del Infierno con todas las potencias
de la tierra para ahogar el Christianísmo en la san–
gre de los Christianos ; ¡inútiles esfuerzos
!
nun–
ca hizo la Religion mayores progresos. Búrlanse
unas doncellitas de quince años de ·los tormen–
tos mas
cruel~s
·; desa-fian á la barbaridad de los
tiranos ,
y
hacen triunfar la Fe hasta en los ulti–
mas
atrincheramientos de 1a idolatría. Libertinos,
que .tanto haceis para ·sofocar esta misma Fe den–
tro de vuestro corazon ; atribuid , atribuid ahora
estas maravillas á los caprichos del acaso ; impí°'-;'
que ya desterr.astt;is del vuestro enteramente á la
Fe ; burlaos , burlaos ahora ·de es.tas maravillas ;
y
gloriaos de vuestra impía incredulidad, haciendo
vanidad de ella. Negadlo todo ; no creais nada;
ó
por lo menos ponedlo todo en duda , como lo ha_.
ce
is.