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E 'XE R C IC IDS
Septiembre.
mi
mismo'. Espéro
que1
en adelante no
de que acusarme en este particular.
J
ACULA TOR
IAS•
tendré mas
.Beátus horno
,
qui semper est .pávidus.
Prov.
8.
Bienaventurado aquel que siempre está temero-
so.
.
f:.um metu
& .
tremare vestram salutern operámini.
Philipp.
2.
·Trabajemos en el negocio de nuestra salvacion con
temor
y
temblor.
P R O
P O S I TO S.
L
A
mayor
parte de las tentaciones nacen en
_
nuestro
propio
terreno ;
todas encuentran
inteligencia
y
a
poyo en nosotrÓ.c; mismos. Por tan–
to es· menester estar siempre alerta contra nues–
tro
propio corazon. En logrando
la oca ion , nos
hacen tr aicion todos nuestros sentidos.
A
Ja
me~
nor
señal , al menor ruido desr iertan
las-
pasiones
que parecían mas dormidas
y
mas apagadas.
En–
Hase con seguridad en las ocasiones con el pre–
texto de que no hay peligro quando el corazon es–
t á
arreglado ; pero apenas se entra en ellas , quan–
do se amotina la pasion. Serán muy pocos á quie–
nes
110
se lo haya enseñado así su· mi -ma triste
ex.periencia. Escarmienta en cabeza propia,
ó
por
·lo menos en la agena . Huye de .las mas Ugeras oca-
sio
.d ;
no te fies de tu perseverancia , ni de tus
' vi tloria-s , ni de tus
p
nitenc ias , ni de
tu
edad, ni
de tu
d~vocion.
Nunca mueren nuestras pasiones
an-