DEVOTOS.
s21
sus consejo·s
y
en sus máximas halla
la'
razon su res- DiaXXVII
plandor y su mérito ; siempre es sábio el que es só-
•
lidamente hombre de bien. Sola la piedad tiene por
compañeros al buen juicio,
á
la reB:itud,
á
la bue-
na fe ,
á
fa mansedumbre ,
á
la cortesía y
á
la afabi-
lidad; ella sola tiene el secreto .de hacer tratables
y
civiles los pueblos mas groseros, mas duros, mas bár-
baros . Aunque se haya nacido con un entendimiento
obscuro , aunque haya habido falta de educacion,
aunque una persona se haya criado en los montes,
y
en medio de una nacion salvage;
~ i
es verdadera-
mente christiana, si tiene piedad, si es santa; es afa-
ble, oficiosa, humilde, caritativa, atenta, moderada,
cuerda. El entendimiento se abre , se desplega, se
labra, desde el instante que las costumbres son puras.
En una palabra, el juicio y la prudencia nacen
y
ere...
cen con la piedad.
~Se
atrevería á llamarse sábio,
un hombre que no tiene conduB:a,
y
que se pierde'l
que sea flemático y reposado , que háble poco , que
lo luzca por
~u
despejo ; si con todas estas ventajas
no obra sw salvacion, es
y
será mirado por toda la
eternidad como un insigne
insensa~o.
El Evangelio es del capítulo
21.
de San
:Jua~.
I
N illo témpore, dixit :Jesus Petro
:
Séquere me.
Con'Vérsus Petrus vidit illum discípulum, quem
diligébat 1esus
,
sequéntem, qui
&
recúbuit in ctena
super pectus ejus
,
&
dixit
:
Dómine
,
quis est qui
tradet
te~
Hunc ergo cum vidísset Petrus, dixit :fe–
su: Dómine hic autem
quid~
Dicit ei 1esus: Sic eum
voto
manére
donec
'Véniam,
quid ad
tef
tu
me
séque-
re•
•