DEVOTOS.
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,, mérito, de la dignidad
y
del poder de la Madre de Día
XV.
,,
D ios.
El que me halláre, hallará la vida, y cogerá la
,,salud de la bondad del Señor. Esta expresion la apli..
,, ca la Iglesia con mucha razon
á
la Santísima Virgen.
RE FLEXIONE
S.
E
L Señor
me
poseyódesde elprincipiode
sus camt.
nos.Los
antiguos,dice un gran siervo deMaría,
celebraban todos los años el dia de su nacimiento
y
de
suConcepcion con una gran copia de lágrimas; así Job
des pues de haber maldecido al dia en que nació, profi·
rió el mismo anatéma contra el momento de su Con–
cepcion:
Perezca
el dia
en que
nací,
y la noche
en
que
se
dixo:
ha sido
concebido este hombre.
Porque todos
nosotros somos concebidos
y·
nacemos hijos de la ira
de Días; en
el
mismo instante que nuestras almas se
unen al cuerpo, se hallan segaradas de Dios por el
pe~
cado que las inficiona;yved aqui qual era el justo mo–
tivo de las lágrimas 'de los antiguos. Pero María es de
otra clase
y
de otra condicion.
El
primer instante de su
Concepciones un tiempo de gracia,
y
el
principio de
su felicidad. Nunca. fue bija de ira, porque siempre
fue toda hermosa,tota
pulchra;no
habLndo recibido
jamás las impresiones de la mancha, que no puede su–
frir Dios en parte alguna sin que la aborrezca. Y así
toda la Iglesia se regocija
y
manifiesta su gozo en el
momento de la Concepcion deMaría. Los mismos
An...
geles, como lo testifica San
B~rnardino
ae
Sena, cele...
bran en elCielo la fiesta que nosotros celebramos
hoy
ea la tierra. Aunque la santificacion cl.e María en
el
momento que fue concebida, sea lo que ha hecho tan
.
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