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V1nA
DE LA
ta que los AJJostoles fueron precisados
a
salir de
dicha
Ciudad ., con motivo de
la cruel persecucion que se
movió contra los Fieles hácia el año 44. de Jesu-Chris–
to ; entonces San Juan , que la tenia consigo
y
la mira–
ba siempre como
a
su querida Madre , la llevó
a
Efeso.
No se sabe el tiempo fixo que se detuvo en esta Ciu–
dad ; pero es cierta que volvió
a
Jeru alén antes de
Sll
preciosa muerte.
·
·
Toda la vida de la Santisima Virgen , especialmente
despues de la gloriosa Ascension de Jesu-Christo
a
los
Cielos , no fue otra cosa que una continua oracion ,
y
una union íntima con
Dios;
la que no fue jamás in–
terrumpida por accidente alguno en todo el tiempo que
vivió esta incomparable Virgen. Pa
6
todos
sus
días
en un dulce retiro ; su corazon estaba siempre en los
Cielos , en donde estaba su
tesoro ,
y
abrasada conti·
nuamente en el mismo fuego que abrasa
a
los Serafi...
nes. No se duda que comulgaria todos los días ; por–
que,
i
cómo era posible que una alma tan pura
y
tan
santa fuese privada de aquel Pan de los Angeles., que
era el alimento sagrado
y
diario de Jos Fieles en aque–
llos primeros dias de la Iglesia
~
Es cierto, que cada co–
munion iba acompañada de un éxtasis, que no la de–
xaba nada que envidiar
a
los que estaban
yá
en la
1nansion de los Bienaventurados. Todos
los Fieles
re–
currían
a
ella en sus necesidades espirituale ;
y
no se
duda que
los mismos Apostoles
la con ultarian fre ..
quentemente ,
y
se aprovecharian de sus luces sobre–
naturales ; esto es
lo
que movió al Sabio Idiota
a
decir,
que Maria enseñaba
a
los Dotl:ores ,
y
que era Maestra
de los mismo Apostoles:
DoClricem DoCtorum
,
Magis-.
tram
.dpostolorum.
Ta-.