DEVOTOS.
bienes que tenemos derecho de esperar.
DE
PAsQuA.
El Evangelio del dia es la relacion que hace
San
Lucas de la ap3ricion de Jesus resucitado
á
todos sus
Apóstoles,
y
demás Discípulos juntos, ácia el ano–
checer,
de~pues
que los caminantes de Emaús hubie–
ron vuelto
á
Jerusalén ,
y
contado lo que les babia
pasado en su viage. Era esta la quinta vez que ba–
bia aparecido el primer dia de su Resureccion.
Habíase aparecido este dia el Salvador
á
Magda–
lena,
á
sus compañeras al volver del sepulcro,
á
Sart
Pedro,
y
á
los dos Discípulos que habian ido
á
Emaús; pero no quiso dexar pasar el dia sin hacer
el mismo favor
á
codos los Apóstqles
y
Discípulcu;
jlJntos. No hacian mas de llegar los de Emaús,
y
apenas habian contado
á
todo el congreso su dichosa
aventura, quando Jesu-Christo se dexó ver enme–
dio de ellos. Había entrado en la sala estando cerra·
das todas las puertas; era la tarde del Domingo mis–
mo de la Resureccion ; era de noche,
y
estaban pa–
ra ponerse
á
la mesa; pero antes habian tenido el cui–
dado de cerrar bien todas las puertas , temiendo ser
sorprendidos
y
maltratados de los Judíos. En este
tiempo, pues, se presentó el
~ador
de repente en–
medio de ellos, les saludó segun tenia de costum–
bre, dicienc!·oles: La paz sea con vosotros: Yo
soy,
no temais; tenian necesidad los Discípulos dé expre–
siones que calmasen sus temores, porque aunque es–
ta visita tan poco esperada los regocijásé, y.alentáse
su esperanza; con todo, una apariéion tan repenti–
na los babia asustado,
y
el temor se habia
apod~ra.J
do tanto de ellos, que se imaginaban ver un famas..
ma
ó
un
espíritu
rev~itido,
como lo suelen hacer los
E4
An..
,