EXEROICias
Vie1~111es ábañdon~bá
uñ
Templo;
en que
Dios
no habia de ser
ya adorado en espiritu
y
en verdad. Abriero11se mu–
éhos,sepulcros eón
'e1
terremoto que sucedió al tiem--:
po que murió el rSalvador; pero
se
cree q ue los ca
1 ·
dáveres no resucitaron , sino despues de la resurrec-,
don de Jesn-Christo , que debía ser el primero de en-,
tre los muertos :
Primogénitus e:¡¡ mórtuis.
Y
se
cree ·
también, que subieron al Cielo en cuerpo y alma con ·
él.
·A
vista de tantas maravillas, los corazones· mas '
endure.dcios se
movier.on·y
se
ablandaron.
Los
Judíos
se retiraron, dandose golpes de pechos,
y
detestando
su'
endnrecimienro
y
su error;
y
el
Centurión , q ue
era el Oficial que había q uedado
cori
a1gnnos Solda-·
'(los ;para impedir que se llew.isen el cuerpo de Jesus,.
segun el orden que le habían dado ; asombrado de
on, espeél:áculo tan maravi:lloso , no pudo menos de
éxdantar :
Vere
Fí/ius J.)ei ler'atriiste..
Este
hombre era,
.verdaderaménte el
Hijo-
de
Dios;
· _
- . ; Ah
Sertor ,
qué
caro
os
éuest0
!
¡
a
q ué precio
has
redimido
rní
alma, divino Salvador
m i o !
2
puedo yo
verte en la.Cruz,
y
no
mezclar siquiera mis lagrimas
éon,·ta Sangre
(
2
puedo acordarme q ue mis pecados
te
·han
clavado en
la
C rui,
Y' ºº
tener
sino
un me–
(Uano •dolor de mis culpas 2
Los
corazones mas du–
r os
se
ablandaron por
fin
en tu muerte :
2
y
solo el
111io
hli
de quedar insensible
(
No, Jesns mio, no :
ya
lsiemo·
el efeél:o· de
tt1
gracia;·
ya
es tiempo que
mi
·corazon se rinda
a
un objeto tan tierno. Acordaos,
Señor, que habeis prometido que quando fuesei s le.:·
vantado sobre la Cruz,atraheriais
a
Vos todas bs co- ·
-sas:
aqu.l ni e teneis, Señor, pronto
a
seguiros; cum–
plase,enJmí vuestra
p~omesa;
este
co~azon y~ n~ o~
••
~
4
re-
; i
I