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EVOTO
S.
tr1na
de
Jefu-Chriíl:o?
Y
fobre tod9,
qué fe
vá
a
ganar
Día
XXVII.
en fegu ir,
y
en guíl:ar las mr1ximas del mundo
?
Cami-
nafe
a.
la perdicion por un contento fugáz
,>
y
p;ifa-
gero.
Gt6/tavi
paululum me/lis,
(
d ~ci:i
Jonacás )
&
r.
Reg.
1
+~
ecce morior.
Eíl:e es
el
fruto de efas lifonjeras direccio_-
nes , que intentan
compo~er
la
vida ch rifüana con
la.
vida inmortificada.
Qé
cofa mas digna de compafion, que neg:u· muy
~e
intento los oídos
a
las voces de la .verdad, por con–
cederlos
a
los
artificios de bs fa bul as?
y
qué otra
cofa.
hacen todos los que eíl:án fuera del gremio de la San–
ta
Iglel1a Cad1ólica Romana? Aquellos que no fe rin–
den
~
las decifiones Pontificias , pronunciadas por
el
Or[1culo infal ible de la Iglefü, un icúneme por
d ~jarfe
governar
de
fu
c.1pricho , hacen mas que huir de la
verdad
a
letra viíl:a
J
prefiriendo
ÍLI
diélamen al del
mifmo Jefo-Chriíl:o, manifeihdo
al
mundo por
b
voz
•
de
fu
Vicario?
Y
qué dirémos de eíl:i dureza?
~e
igualmente nace de un corazoq relaxado , que de
un
encendimiento alucinado
y
prefumido. Eíl:os fon los
dos manamiales qe donde fiem_pre fe_
d eriva
todo or-
gullo. El
que obra
mal,
huye de la luz;
y
el que
an12.
el
error, ·cierr:i los oídos al Orácn lo de la verdad.
El
tiempo
de
mi
muerte
(dice el Apoflol)
cerc"
eft!t.
Los Santos nunca pierden de viíl:a Ja fepu ltura :
ni
tampoco
h1
y
penfamiento mas íaludable. O
q~1 é
confoelo
!
poder decir al fin de
la
vida:
Peleé con valor;
.
acabé féLi':(_,mente
mi carrera.
Ah! que la carrera to–
dos la acaban ; pero defdichado
aqud
que no la aca-
ban:
bien.
.
-
l(kk~
El