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OTO S.
tanta terenidad, tanta dulzura, y tanta man.[edu níbre;
Dia
XXVL
llen:indolos tambien de veneracion
y
de reípern
la
ma-
geíl:uofa prefencia de aquel ve nerable anciano: pero
al
fin
eran mandados ,
y
no podian deja r de cumplir
[u
comiGon, aunque
yá
con
gen~ral
dolor de todos.
Al
amanecer hicieron montar al Santo en un humilde
ju-
mento para ir
a
Efmirna. Poco antes de ent rar en la
Ciudad, enconrr6 al Corregidor,
ya
fu
p:id re Niceras,
que
iban de paséo: obligaronle
a
que fe merieíe en
fü
coche,
y
comenzaron
a
perfuadirle con las razones mas ·
vi vas
y
mas blandas que pu dieron,
a
que fe rindiefe
-al Emperador,
y
facr ificáíe
a
los Diofes. Indignado el
fanto Obifpo de que cuviefen valor para hablarle en
aquella mareria , les refpondió con tanta refo.lucion
y
con tanto
brio,
que Je arrojaron violentamente del co-
che; quedando no poco maltratado del golpe que reci·
bi6 en la
caída.
Al
entrar en el Amphirearro
oyb
una voz del Cie·
lo, que 'le decía:
Buen
animo Po
1
)'carpo,
y
efla firme.
Fue luego pre[encado ante el tribunal del Procóníul,que
le
exhortó mucho
a
que obedccieíe ,
y
conGderáfe que
ni
ÍúS
años, ni
fü
gran debilidad podrian tolerar el ri.–
gor de los tormentos
a
que irremiGblemente le conde–
n:iria , Gal infbnre no maldecia
a
Jefü-Chrifto. Enton–
ces el fanto viejo , como recógiendo todos los efpíritus
de
fü
zelo,
y
cobrando un vigor,
y
un tono
ge
voz muy
füpe rior
a
(U
a banzad:i edad' le reípondió de efta m:i–
nera :
Ochenta
y
{eis años ha que fir vo
a
mi Señor
Je(u-Chriflo
:
nunca me ha hecho nin(tm mal
,
'Y
fiempre
~e
ha hechomucho bien
;
recibiendo rada tÍia
de
fu mano nuevesfavores. Pues cómo quieres que
mal~
diga
d aquel que
medió
la
vida, que es mi
Criado~,
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