[)E VOTO S.
que eíl:á verdaderameme
1
convertido.. Defaparecen de
Día
XXV.
nuefüos ojos mil brillanteces falfas ; pierdenfe de viíl:a
muchos objetos que nos deslumbraban ; dicef.e
'a
Dios
defde luego:
Señor, qué quereis que haP.a?
o
haced lo
que quifiereis de mí.
.:>
El primer pafo es el retiro. Búíca(e un Ananías ;
eíl:o es , un Direétor feguro , bien inftruído en los ca..:
minos de Dio .
Ya
no hacen fuerza los refpetos
hu–
manos. Si antes fe perGguió
a
J
efu-Chriíl:o,
ya
fe hace
pública profeíion de fe r
fu
diícípulo,
y
de parecer
tal
en
codas ocafiones. Ni la tentacion, ni
el
empeño, ni las
perfecuciones , ni las adveríldades , ni las pruebas , ni
las cruces , nada inmuta
a
un corazon verdaderamen..
te convertido : todo Grve para purificarle mas , para.
hacerle mas puro
y
mas fiel. Parecenfe
a
efte modélo
las converGones de muchos, que fe vén en eíl:os riem-.
pos
?
La
mia es de efie cáráll:er? Por folas eftas feiía..
~
les fe conoce una converGon verdadera.
~é
error!
Imagin~r
que -fe ha convertido folo
porque fe conoce
y
fe confiefa la necefidad que
hay·
de convenirfe. Entrn el penfamiento de convenirfe
y
la
converfion efeé\:iva
hay
un dilatado efpacio de ca·
mino,
hay
grandifsima diíl:ancia. O qué cofa tan trifie
es morir Colo con el defeo de convercirfe
!
No permicais , Sefíor "que me fuced:t eíl:a defdi..
cha. Refuelro efioy , con la afiíl:encia de vuefüa divina.
gracia,
a
probar el
·defeo
de
convenirme
con ini mif--:
n1a converfion.
Eee
z
PUN-