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· la.
s~mtifsim:t
Virgen era terni (s ima,
y
quifo que todas·
fus feíl:ividades fe celebrafen en todo
fu
Reyno con la
mayor folemnidad.
Ocupaba en oracion todo
el
tiempo que le dejaban
libre los negocios del Eflado. Ayunaba muchos días en
la femana con el mJyor rigor:
u
faba fr eqüememente
de
.un áípero filicio;
y
en fin, apenas hav i:i. mortificacion
o
penitencia que no praél:iáfe. En una palabra, la Igle·
fia
afegura en las Lecciones de
fu
Oficio,que nada omi–
tía el piadofifsimo Monarca de todo ag_uello que en poco
tiempo pudiefe conducirle
a
la mas elevada fan ridad.
Pero lo que cenia mas imprefo en
fu
zelofifsimo
corazon, era
el
empeño de que reynáfe
b
Religion
en
el
de todos fus vafallos. Con eíl:e fanro
fin
quifo obli–
garlos
a
que p:igafen los diezmos
a
la IgleGa. Para con–
feguirlo havia hecho varias tenrati vas ' todas inuriles.
Creyb que fe le ofrecia una ocaGon muy oportuna;
Y.
lo
fue fin duda para lograr él la corona del martyrio.
~ifo
empeñarfe en una guerra , que
le
parecía
juf–
ta,
creyendo que no debía negar
a
la Inglaterra el
focor–
ro
de las Tropas auxiliares que le pedía. Con efte inren–
to
juntó
un cuerpo de Tropas,
y
mandó equipar una
buena Efquadra : pero
fü
hermano Olao, que afell:aba
en pt'1blico aprobar fu refolucion, en fecreco le vendía,
haciendo efpald:is para que la genre defenáfe-,
y
para
que
e1
Exérciro fe deshiciefe. El Santo Rey, que nunca
perdía de vifra la mayor gloria Cle Dios,
y
el fervicio de
Ja
Iglefia , crey6 que eíl:a era bella ocalion para eíl:a–
hlecer el derecho de los diezmos. Convocó Corres ,
y
pmpufo
a
los Eflados )
o
que pag:ifen
a
la lglefia eíl:e
piadoío triburo,
.<:>
le rnntribuyefen
a
él una excefiva
cantidad, en que los
mute~
e·n
cafügo
·de
fu
delir-0,
y
de
la