fDET70TOS.
P U N T
O
S E G U N D O.
C
Onfidera que
hay
una Fé de pura razon natur'at,
que no fe levanta fobre los fenridos,
y
con figuie n..:
cemente , que no es capáz de confürnir un
Fiel
verda–
dero. Lleno eíl:á
el
mundo de eíl:a efpecic de Fé: pero
fus luces fon muy naturales,
y
muy débiles, para que
puedan elevarfe haíl:a la Divinidad.
,
Q_uién dice por ahí el mundo q11ie es el H ijo del
hombre
?
preguntaba Chriíl:o
a
fos
difcípulos.
Lt
ref–
pueíl:a que le dieron, defcubre el caraltcr de la
F~
de
los mundanos.
U
no , difcurriendo por
fu
modo de vi–
da ,
y
por
fü
doél:rina , creían que erJ. J uan Bamiíl::t re–
focicJ.do: otros , reflex!onan<lo unicameme fobre füs
milagros, fe perfüadian que era Elb s,
ó
alguno de los
Profetas. Qiando no hay mas
Fé
que
l:t
de una buena
razon natural , no fe adelanta mucho con e lla.
La
Fé
es una luz fobrenarural; y folameme los que
dl:án iluminados de ella exclaman con San Pedro:
TÚ
eres Chrifto
,
H ijo de Dios vivo.
Examinémos de
qué
naturaleza
la nueíl:ra . Es la
Fé
en cierra manera
la
medida del amor.
Si
amamos poco, vanamente nos li–
fonjearémos de que creemos mucho.
Una
Fé
viva no eíl:á largo tiempo
ún
recompen.fa.
Bienavent~rado
ereJ Simon, hijo de}onás , porque no
te
lo
revelo
la
carne
y
la fanure.
El Padre Celeíl:ial es
el
que comunica eíl:a foz
fobr~natural
con abundancia:
pero hará mucha impreGon en una alma arraíl:rada de
los apetiros de la carne; en un corazon efcbvo de las
paGones ,
y
en un efpiriru mandado por los fentidos
~
La confefion que hizo San Pedro ,
le
merecib
h au:...
glJila
qual~dad
de _Vicaüo de
J efü-Chrifl:o. .Nuefim
Pº '
Dia
X>l III.