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OTO S.
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que
el'a
nada lo que lucia p:ira falvaríe. Lleno de
ba-
Dia
U.
xir imo (encimiencos de sí mifo10, refol vió ir
a
b 1(car.
a
otro folirar io
, para aprender de ellos las virtu-
de
qu
a
fu
par cer le
falt
ban. Tanca verdad e que
fo.
humildad fue íiempre la virtud univerfal de codos
los~amo.
Fue, pues, Macario
:i.l
célebre d íierto de Tabe..
nas
para aprovecharfe de los exemplos de tamos Re·
li giofos que florecían en él , cuya reputlcion
f<
havia
eftendido por codo el mundo. Pero aunque fe disfr:izó
en trage de un pobr
Ofi
ial, San P.lcomio
le
conoció;
y
no pudiendo fi.tfrir nuel1ro aneo las honras qu
le
haci::rn en aquella
fol
dad)
fu
a bufca r
un
afylo
a
fü
humildad en los deG
re
s
de Nytria. P
ro
no efruvo
allí
mu ho tiempo; porque inform.ldo el Patriarca
de
Al xandria d
fü
cmineme virtud, le ordenó
d
Pr
s–
byrero
J
p
r
mas que
íe
refiíl:ió
a
fer elevado
a
eíla
fa–
g1
ada dignidad.
Lu
go que fe vió reveffido de tan fuperior c:irac..
ter ,
Colo
pensó en hacer una vida mas penir nce ,
y
mas perfe
a.
Dexó lo deíierros conocido , y fuefe
a
f<
pulrar en una de las mas horribles foledad
s
d
la
Lybia, que [e llamó de(pues
el
Yermo de
la
eld:is,
por L mucha que . bric.
ron
n él lo
innumer.ibles
que
n
·urri ron
rnd.1s parre .
Aunque el defeo de nu
lho
Santo era vi
ir folira·
rio'
y
d [cono ido
>
fue precifo r ndirf<
a
los ruegos
ele
fü
nu vo Difcípulos , qu
qu ri nd
imirar fus
ex
mplo
,
t
nian cambi n n eúdad d
íi.1s exhorr:i–
ci n
.
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ord n d Pr sbyr r
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rmicia ren
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farrr:id miniíl ri
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