R~ºP.
NUESTRO
COMISSARIO GENERAL ·
DE INDIAS.
e .
,
o puedo
ignorar,
que
a
la fombta
de V. ma.
fo
ilumina
el
paífo, fabe
ya
rni
rcfpeto por donde ha de
llevar
el fufto de
un arrojo, Azia
alla
buela,
fin aquel
hun10
agravio de los ojos,
ardiendo
el
penfamien..;
to
cqmo
viélima,
que
fe
va a
levantar
acep~
. tacion de.luz fobre las aras ; que alli donde
V .Rma.
fe
pone
a
dar
reSexos, las pavefas ·a_rden ;
y
hatl:a las piedras tocan de
fus luces. Es V. Rma. al mifmo tiempo
el
fuego,
y
la
ara;
o
para que afsi
quede
ennoblecida
de
(u
incendio
la
viltima;
o
para que
cortando
de fu
ardor
pcnfan1ientos
de_Juz
·C
facrf~
ficio
1
fe
proporcione
la ofrenda en
la
hoguera
mas
viva
de .fu
llama,
Lo
cierto
es,
que mucha luz
a
los ojos les ha€e
a1na~
necer muchos defeos:
tanto aífumpco
en las
~ras
defpierta
la
memoria;
y
acordando
que ofrezco
a
V.Rma.
un
.Volumen
ele difcurfos , no acierto , por mas que lo med!te ,
co,n
el
debí.–
do
dogio,
aun
quaDdo
lleve
divinizado
el
furor
1
o
autoriza+
do
el
delirio
i
porque
confíd~ro
'que
lo
Sagrado
no
r~ Frmi~
te
a
claufulas , ni
fe
de~a
ceñir
de explicaciobes ; que toda lu;z;
m~terial
fe-
apagadentro del !)ol;
que un
r~fp~to
,
en fiendo
I
omó
u._
'
,.,
1t_
I
Sobé~
•