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~1~
Q!JARTO DOLOR DE
MARI~
Santifsima nuefl:ra
Señora.
íl1
M
A
s
a
eíla quarta
cabeza
de
la beftia. ,
qne
es la
f
o-1
bervia ,
vence
ay
Chrifto
con
la
humildad ,
<"om;
prchendida
en
el
quarto dolor.
Fue cfie accrvifsim<i.
¡;ara
Maria, eflando prefente
a
los azotes de
fu
querido Jesvs : azo.–
. iaban
a
Chrifto en el Cuerpo ,
y
le
daban
a
Maria los azotes
en
el
tAlma ,
dando afsímifmo los ramales con
las
pintas ,
f
eñales de hu;
Jnildad. ,
y
fencillez , porque fe
eftienden
a
la innocencia ;
y
pueftG
· .Chriíto
en la
Columna ,
fofriendo los golpes , era un Geroglifico
~e
la paciencia,
que
es el blafon del humilde en la perfecucion ;
~
.un
Symbolo de
Ja
niñez ,
que es blafon del pequeño, en la
difdplii
)la
1
que vulgariza al azote.
1
2.
Para
efte
quarto dolor
de Maria, firve de confueto
la
quár~
Ja
Redoma de la fragrancia .:
Septern pbialas plmas
odoramentorum¡
~entre
cuyas olorofas .exalaciones ha de
fobrefalir
el
Cinamomo por.¡
,que le toca
el
alivio de los azotes
a
efia planta '
y
porque fus flore$
pequeñas ,
y
enramadas
fe
hermofean
de
liftas blancas ,
y
car.mes1es~
que parecen difciplinadas. Eftamp.aronlas afsi
Diofcorides ,
y
Pli.;
iiio.
Luego faiiendo la fragrancia
de las
flores ,
que fe aífemejan
al
-cuerpo azotado
de
rifio
en
el
candor herido de carmes\ ,
paree~
,que
íignificab
a
Mar·a
el
Cinamomo,
que avía
de fer fragrantifsi..¡
, rila la fangre e los ra ales
;'a
la manera que la goma llorada
del
Jamo carmes1 exalaba obilifsimo olor. Y es
la
ca~fa,
que los
azo~..:
:t~s
que
dibuj
han
flores aliftas de purpura•
y
candor en el Sagrado
~ucrpo
de Jesvs, figniñcaban en Chrifto la fervidumbre
a
que
fe
f
µjeto
por nueftras culpas, y la
íatisfaccion
que dio por todos
lo~
'fiervos·del
pecado, quedando los' humanos libres del enemigo
fo~·
bervio ; que como
{eñor
altivo, intentaba eternamente azotar
a
los
·que fiempre le avian de fcrvir ;
y
fiendo de gran
confuelo
a
Mari~
1;i
libertad
de
los
pecado.res , de
Ja
fervidumbre
del
demonio ;
aun~
que los azotes de Chrifto le caufaton grande dolor ; pero el librarf
«i:
por ellos los
pecador~s
de los eternos azotes del pecado ,
le firviq .
de
confuelo:
al modo que la fragr:incia alegre del Cinamo·mo no-t '
ble,
y
fuave, redunda de unas
flores,
en que la naturaleza
efgrimiq:
~1 azo~e
, haciendo
fangr~
para una vitl:a
trifte.
·
,
,
:t
3
Debefe tambicn ha,er myftcrio, de que concurra
el
cafligci,
ae
los
f
obervios
con el cxemplo de la humildad; pues de ·1os tor-i
me~tqs
de.laPafsión, el que
·fignifico
a
Chrifto,
refplandecicndo
ea
lo
humilde , fue el de los azotes ; pues feñalando eftos
duechamen1
te
el
defpredo ,
le .hicieron e.xemp.lar de la ignominia, dechado de
Ja
paciencia ,
y
exemplo
~e
la humildad. Pero
el
Cordero manfo ,
9f.i
hllmilde, aunque fiempre tuvo
por·
luftre el
par4!cer
heridQ ,
y
que
los azotes le
firvieffen
de blafon
a
fu humildad '
no~
quifo ponerfe
por exemplo
opuefto
a
la fobérvia · para.
reducirla,
lino
que fe
valí~
del Sol,
como de
inftrumento ,
para cafügarla,,
ufando de un
fo~
l?e~~óo f9Q~J'ª Q~IQ~ ~l!h:º!
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otras
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