PROLOGO
'DE LA PRIMERA EDICION.
En medio á los armoniosos cantares eleva.–
<dos por nuestras distinguidas poetisas. en ce–
lestial concierto de muy tiernos afectos, cu–
.JOS
balsámicos aromas van
á
perdexse
á
las
plantas de la divina María, cábenos la honra.
de hacer resonar nuestra débil voz,
siqui~ra
.
sea
á
manera de la oscura sombra que hace re–
saltar los brillantes colores que iluminan los
·cuadros de inspirados artistas,
6
cual melanc6-
lico follaje, en cuyo pálido marco lucen mas
bellas y lozanas las fragantes flores qne,forman
·este ramillete celestial.
Cuán entuciastas aspiraciones! Cuánta deli–
·cadeza de sentimientos, á la par que un tan
brillante colorido, vemos lucir en estas delica–
·das composiciones!
La fé, esa antorcha refulgente que por dicha..
·de nuestra patria ha iluminado constantemente
.nuestros vacilantes pasos, brilla gloriosa, pres–
tando su divina luz
á
tan dulcísimos afectos.
La sin par María, aquella q
ue esnu~strG
.
.apoyo y nuestra esperanza, en med.io de las
temp~stades
que
tan
frecuente~ente
ajitan