CAPITULO LXVI.
niet omnis caro ut adoret co–
ram facie me<i; , <licit Dorninus.
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Et egredien tur , et vi–
debunt cadavera vi'rorurn - qui
praevaricati sunt in me ·: ver–
mis eorum non
rnor ierur
0
,
et
ignis eorum non cx t-inguetur : et
erunt usque ad satietatei;n visio–
nis omni carni. .
-.
Pone fin el
Propheta
a todos sus
alt1si mos discursos
y
razonamientos , po–
ni endo a la vista de todos una breve, pe–
ro viv·a imigen del {il timo estado de to–
dos los hombres. D espues de haber hech.o
pres~ote
el de los bienavent urados' anade
aqu1
~
que estos mismos bienaventurados
saldrin a ver el estrago
y
castigo de t_o-.
dos los pecadores ,
y
esto rnismo les
c~~-
11'
Marci
IX.
!43 •
..
toda carne para adorar ante mi
faz , dice el Senor.
24
sald ran a ver los ca-
daveres de los hombres que pre–
varicaron contra ·fDl
1
:
el gu–
sar
0
de ellos no morira '
y
el
fuego de ellos no se a
pagar~:
y
ser'
hasta hartura de vista a
toda
ca~
sari alegrla, al ver ·que as1 es glorificado
el Senor,
ensalzada su justicia.
a
E l Hebreo :tlY
·se~nausea
o
abo-
. rninacion
a todct carne ;
lo
9
que llenara de
rabia , de dolor
y
de env idia a los conde–
nados vi endo la felicidad de los San· s,
los quales eternamente los
ins~taran
, elf.
carnecerin ,
y
daran en
ros
tiO•~
so
piedad, locura , ceguedad
y
pereza.
. . .
!
•
l
•
•
.FIN
DEL 'fOMO Vl DEL ANTIGVO TESTAMENTO.
•
•
-
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.
I