C A P I T U L 0 XXX I I I.
malu$J tuus ut dilatare· signum
non queas . Tune dividentur spo–
lia praedarum mnltarum : claudi
diripient rapinam.
24 N ec dicet vicinus : Elan–
gui
~
Populus
qu~
?ab_itat in ea,
auferetur
ab
eo
iniq
u1tas.
hiex:a tll exercito' acudirfo todos a. reco–
ger los des pojos ,
y
esto con tanto so–
siego
y
desemba_razo , que aun los co–
.xos podran ir ,
y
teoer su p arte en el
botin. Los lugares e el Contorno luego
que oigan tu derrot a , sacudiendo toda
pereza , acodiran prontos a celebrar ona
viltpri a tan seiialada ;
y
moertos o ahu–
yen :!•los los iniquos Assyrios , comen–
zarab a ex perimentar el Cielo mas benig–
no. Otros lo expo nen ap licfodolo todo
~1
Pueb lo de los J
u<lfos ,
de esta manera:
Las
cuerdas , o Pueblo Hebreo, que man–
tenian tu Taberniculo se romperi n quan-
. do enteramente te apartares del Messias,
tu Principe propio , tu ve rdadero Pas–
tor
y
defensor , por lo que no podri
ya
m antene rse mas en pie. Asl que aunque
guardes e l arbo l p ri ncipal que lo susten–
taba , esto cs , e l C adice de las sag radas
Escrituras ; esto no obstante no podras
mastil q ue no pod r:ls desplega r
d
estanrlarte. Ent6nces .se
reparti–
r an los
de~pojos
de muchas presas:
los coxos arrebataran l a presa.
24,
Y nodirael vecino: Me
fa l–
tanlasfuerzas : el P ueblo que mora
en ella, q ui tadasera de el lamaldad.
levao tar sobre 61 el estanda rte ; o ex–
tender las piele s. que te servian de cu–
bierta '
y
te defendi an ; a ntes bien cae–
ri
sobre
ti
y
te oprimira.
Y
estando
de
este modo sin defensa y tod o d escubier–
t o , los
cox.osy
las ciegos q.enti!es ven–
drin
a
recoger los dc.spo jos de
tu
rico bo–
tin ,
y
te ar rebatari n los p recio·sos clones
que fueron prometidos a
tus
p adres ,
al
modo que J acob d es pojo a Esau d e su
d
·echo de primogenito.
Y
d e all! adelan–
te e l G entil tu vecino no did. : Me fa l–
tan las fuerzas ; porque t o
s las recibi–
ri n de Jesu Chris to
n la infusion de
los Dones de su Di vino E spiri tu; pues to
que la unica caus a d e est ar sin ellas ,. que
seri el p ecado , se qu ita ra p ar los h1eri–
to s de Christo ,
y
se le perdonari a todo
el Pueblo Gentil reconocido
y
arrepenti–
do , qu e mora vecino a
ti ,
y
pasara a
formar la _ eva colonia
de Jesu
Chr~sto .
CAPITULO
XX
XIV~
Isaias prophetiza los castigos de/ Senor contra las gentes
;
y
en par–
ticular
la
desoladon
de
la ldumea.
•'
1
Accedite, G-entes ;
et
au–
clite , et Populi , attendite : au–
diat terra , .et plenitudo eius;
orbis , et omne germen ei"5.
2
Quia . indignatio Domini
SUP,('·
omnes gentes , et
furor
1:
Del estrago de Senaquer1b
pas
a I saias
a
convidar a todos las Pueblos
a
que asis–
tan ,
como
cm un
theatro ,
a
ser testiges
Tom. VI.
i
cetca.os,
N
aciones
1
;
y
oid,
y
Pu
eblos, estad atentos: oi–
ga la tierra ,
y
su plenitud ·; el
thundo'
y
todo lo que
el
produce.
_ 2
Porque la indignacion del
Senor sobre
todas las ge
,
y
y
conte111plar lo que pasari
en
el di a
del
juicio
y
en la consumacion del mundo.
V6aseS.
GER .
y
Eusli.B.
De.m.Ev.L~b.
x.
Ttt