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( 18 -a)
cc
S11cecle
nlguna~
veee'
en
un
puehlo divic1i clo
Pll
opinione.s, qne
rom-
11ienclose el eq ui l ib1·io en ti-e los parliJos, uno d e ellos adquiere nna p1·e po11cle–
rancia irresistible. Q 'uieb1·a todos los obstaculos, agovia
a
Sil
adve1·sa rio,
y
ex –
nlota en su provei:ho
:i
la socierlad entera. Los
ve nciclo~,
clese; peranclo ent6nces
d e l snceso, se ocnltan
y
enm id ecen . Reina una inmov ilidad
y
un silencio univer–
aales . Parece que la nacion es l:i reunida en un mi sm ::i pensamiento. El pa1·ti–
do venc edor se levanta
y
di ce : H e vuelto la p:iz ;,il pais ;
se
me deben accio–
nes de gr;icias . Pero bnjo esta unanimicl ad apare nte se ocultan torlavia
clivi~io
nes profunclas
y
una r ea l oposicion.
»-«
Existen en Eu1·o pa _partidos que (lifie–
ren tanto de la mayoria , que no puede n esperar jamas hacerse de ella un apo–
yo ; y
sin emba1·go estos 1nismos particl os
se
creen b<is tante fuertes por si pro–
pios p<ira luchar contra ella. Cuando un p artido de esta especie forma una
asociacion, no quie1·e convencer, sino cowbatlr.
»
(
19. a) Vease el documento in 5erto en
fa
carta c1irigida, con fecha
15
de
Agosto de 183?,
a
D o n J ose Ma1·ia Calat1ava, por el autor. Este documento de–
l1e sen·ir para la Historia;
y
no
fue
inse1·tado en su Coleccion; por
cl
Marques
de Miraflores .