ADVERTENCIA.
Dos años de residencia en el pueblo de Chincha–
Alta, á donde los vaivenes de la vida me llevaron,
puedo decir que los empleé con provecho. Duran–
te este tiempo, si bien
vivi
co;nsagrado
á
penosas
tar~as,
no desperdicié, sin embargo, algunos ratos
de ócio que siempre me quedaban. Estos ratos
los dediqué, pues,
á
los. t rabajos literarios de que
tánto gusto, llevado de la idea de ilustrarme, co-
' mo amante del saber; y allí fué donde escribi las
"Máximas
(Í
P ensamientos Morales;''
,el tratado de
"La Muger en sus estados sociales,"
las
" Cartas
Orientales"
y el drama .intitulado
"Una Flor en
sit Ca.pullo,"
cuyas obras estan en revision.
Pero, al concluir mis
"P ensamientos Morales,"
mis últimos trabajos que queria quedasen en el
seno de la familia, no faltaron en ese pueblo inte–
ligencias que, entusiasmadas por el bien de las
masas, me aconsejarán les diera publicidad.''' Ac–
cedí, pues,
á
ello: mas esta idea me trajo la re–
flefilon de que no era posible que mis
"P ensa–
mientos"
aparecieran al público tan desairadamen-
"'.
Entre ellas, ricuercÍo la de
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dulce amigo el Dr.
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