PRACTICO. ·
t
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De
cuyos
exelnplos tenemos
l1ena~
las .Historias, con que igualmente
podemos 'evitarla, por ' obedecer
al
precepto Divino, como por la'con-–
reniencia hUlnana , en que solo pue–
de haver excepcion, 'quando no ' sea,
v·enganza., sino justicia la que exer-r
:eitaluos en el castigo de
los
lualos;
pues 'aunque ésta en alguna ocasion
parezca talubien venganza, es justa,
·. y 'util por
~l
que redunda
i
la causa
pública.
y
porque no es necesario,
deba-xo de los supuestos asentados
en este Discurso, ponderar la 10c11:-
1,1
,del que despreciáse
la
alnistad ,
-y
alnor de los hOlnbres, aunque nó'
.haya faltado,. ni falte entre ellos
al–
,günos de tan pervertida razon,
que
10 hagan , con el barbaro teluaú.,
y
no amen: siendo asi, que lo ' que
deben es alnar¡;y temer, porque no·
haya lualdad ', extravagancia,. ni 10- ,
CUra, que
carezca de exeluplos ; solo '
•
J
pa-