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EL
HOMBRE : '
dos tocantes
á
los Mysrerio5
de
nues–
tr~
Sagradá creencia ',
á
la
expEca–
cion de ellos, y
á
las disputas, que
sobre todo nacen entre süs:.Profeso·–
res, es
111UY
necesaria
á
la causa pú- ,
bEca "
de
la Religion, para oponerse
á
los errores,
y
,con1batir los
qu~
con -diferentes opiniones,
y.
seaas
han querido ,
ó
quieren apartarse
de la' verdadera creencia: y
á
esto
estudio solo . de.ben aplicarse ,
las
personas dedicadas '
á
la vida
con~
ten1plativa ,
y
que .son Ministros
de las cosas Sagradas; ,siendo no
solo util, sino lUuy perjudiciable
á–
los que no
la
profesan el
entrolne~
terse en esto: porque
á
lnas de no
aprovechar en nada estos conoci–
ll1ientos
á
la
vida aél:iva,
y
práaica~.
y
de ser un calupo tan dilatado, que
requiere gran _tielnpo,
y
aplicacon;
y
de poder ocasionarles errores .
'Ül
lo que.
.-verdaderan1ente deben
, ~creeG:
la
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