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El hombre se resigna c_allando,
y
la m.uJer llo- .
rando.
Es locura abrigar ilusiones para el porventr,
sin tener asegurado el presente.
~1
sentimiento habla ' á uno tan despacio, que
Jos demás no Jo puede.9.
pk.
La riqueza sin conciencia, es como la materia
sin
~lma,
en la existencia.
El deseo es el prindpio;
y
la pasion el tér-
1111110.
La muerte es
e1
fih
de ·la materia
y
el ptincL
pio del alma.
Dos cosas
á.
que debe s1empre
tend~r
el hom–
bre: radocinar sobre lo que va á obrar
y-
obrar lo
· que ha raciocinado.
La hipocresía dice lo que no qutere
y
nunca
lo que quiere.
La patria muere por sus métlos· hijos,
y
por la
patria mueren sus
buen.oshijos.
•
El llanto de la mujer vi.Ftuosa es el bálsamo que
hace revivir el coraz6n marchito del hombre.
EI llanto de la nutjer pervertida es el veneno
que corroe las más nobles aspiraciones dd hombre.
La
muj.er: virtuosa le Hora al hombre por su
amor; la pervertida, por sus vidos.
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Potosí, Agosto 3 de 1906.
ÜCTAVIO DIAZ DE 0ROPEZA.